Las precipitaciones durante marzo y abril fueron propicias para decidir la siembra de garbanzo, por lo que el cultivo tiene buenas perspectivas para lo que va de la campaña 2023. Así lo consideró Clara Espeche, responsable del proyecto Legumbres Secas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc). “Durante las últimas dos campañas, esta legumbre se sembró con bajos niveles de humedad en el perfil del suelo, debido a ‘La Niña’, que se hizo sentir en los cultivos estivales y no permitía recargar la humedad en el suelo en los meses de marzo y abril. A raíz de ellos, no resultaba alentador el panorama para decidir la siembra de garbanzo en varias zonas, sobre todo al este de la provincia”, explicó.

Espeche contó que durante esta campaña, en algunos lotes la siembra se inició a fines de abril, pero que se generalizó durante la primera quincena de mayo. Precisó que en algunos casos se debió esperar la cosecha de la soja, por lo que el garbanzo se sembró a fines de mayo. En varios lotes del este y del sur de Tucumán, del oeste de Santiago del Estero y del sur de Salta se observó una muy buena implantación de esta legumbre, con un buen stand de plantas (12-13 plantas logradas por metro) y buena sanidad.

“Es de destacar que, de acuerdo a datos del Laboratorio de semillas de la Eeaoc -a cargo de Cynthia Prado– y en función a las muestras recibidas, la semilla que se utilizó para la siembra de esta campaña contaba con un aceptable poder germinativo para asegurar una buena siembra”, indicó Espeche.

Añadió que también cabe mencionar a favor del cultivo en esta campaña las temperaturas altas, sobre todo en las siembras tardías. “Favorecieron una rápida emergencia de las plántulas, aun en siembras de fines de mayo. Además de las lluvias que dieron inicio a la siembra de garbanzo, ocurrieron aportes de agua importantes durante los primeros estadios del cultivo, lo que favoreció el cierre rápido de los surcos”, dijo.

Por otro lado, señaló que en esta campaña se observan plantas con mucha altura y bien ramificadas, lo cual genera buena expectativa de cosecha por el momento. Sin embargo, hay que esperar llegar al estadio de R4 (cuando los “cascabullos” alcanzaron su tamaño e inicia luego el llenado de grano (R5), que son momentos clave en los cuales se van definiendo la productividad del cultivo. “Muchos lotes están en estos estadios, momento que hay que estar atentos a la presencia de orugas bolilleras, para su control”, subrayó.

Fuente : La Gaceta