En el país hay decenas de miles de pymes de diferentes cadenas productivas regionales, que no resaltan en el comercio exterior con cifras tan abultadas como la agroindustria, pero que se destacan porque emplean a más de 1 millón de personas y por su distribución y afectación federal.
Sin embargo, los efectos de la extendida sequía, más reiterados eventos de heladas y granizo en varias regiones, también le generaron complicaciones en el ciclo productivo y los volúmenes obtenidos, lo que repercutió además en aumentos de costos a nivel interno y menor disponibilidad de toneladas de mercadería con destino a diversos mercados externos.
Por otro lado, gran parte de los alimentos que se destinan a los diferentes países con demanda sostenida, que se mantiene estable pero que amplió sus proveedores, tras los inconvenientes derivados de la guerra en Ucrania está acomodando sus precios a la baja en los mercados internacionales.
En concreto, según el Monitor de Exportaciones de las Economías Regionales, que elabora CAME sobre los datos del INDEC, en el año comercial cerrado en agosto último disminuyeron estas ventas el 17,4% en toneladas y 14,2% en dólares en forma interanual, lo que representa caídas de 1.150.000 toneladas en el volumen comercializado y de US$1.099 millones en el monto exportado.
Con esta caída, las exportaciones regionales alcanzaron los US$6.625 millones en el período septiembre 2022-agosto 2023, habiendo importado US$1.240 millones, lo que arroja un superávit comercial en el período de US$5.386 millones, lo que representa una buena noticia para las arcas públicas y la acumulación de divisas, pero que para muchas de las pymes significó grandes pérdidas en la comparación interanual.
Según el relevamiento, en los últimos 12 meses, 11 de los 31 complejos productivos analizados mostraron crecimiento. Por otro lado, dentro de los 20 que mostraron variación negativa, se encuentran 3 de los 5 complejos con mayor incidencia en las exportaciones en dólares, lo que explica la caída que se genera en la comparación interanual.
En las cadenas productivas que mayor incidencia tienen en dólares exportados lideran los complejos: manisero, con el 16,1%, seguido por el vitivinícola (15,1%), el citrícola (8,3%), el legumbrero (5,9%) y el tabacalero (4,5%). En el período bajo análisis, estos 5 complejos explicaron el 49,8% de las exportaciones en dólares de las economías regionales del país.
En el período analizado por el MEER de CAME se detalla el comportamiento de los precios internacionales de los productos exportados por las economías regionales, como las caídas significativas en dólares por tonelada del 32,4% en frutas tropicales, 24,5% en frutos secos y 25,5% en el complejo ganadero.
Por el contrario, en los doce meses analizados hubo aumentos interanuales de precios por tonelada a nivel global de productos enviados al extranjero por las economías regionales, como el 63,1% en huevos, 34,7% en el complejo papero y el 29,3% en el complejo olivícola.
Los complejos productivos que más crecieron en monto exportado
Medido en divisas ingresadas por sus exportaciones, el sector yerbatero encabeza la lista con un incremento interanual del 33,7% al haber enviado productos por un total de US$90,8 millones. Luego, con una suba de 19,9% en el período analizado, el sector olivícola obtuvo ingresos por US$236,7 millones. Por último, se destaca en tercer lugar al complejo de ovoproductos, el que tuvo una variación positiva del 19,2% comparado con el mismo lapso del año pasado.
Los complejos productivos que más crecieron en volumen exportado
Por otra parte, en el período septiembre 2022-agosto 2023, las economías regionales alcanzaron los 5,4 millones de toneladas exportadas, lo que representa un 17,4% menos que en el mismo lapso anterior.
Hay dos derivaciones de esta situación que no pueden dejarse de lado, porque también involucran a las economías regionales desde otra perspectiva. En primer lugar, que la mayoría de los productos de los 31 complejos en cuestión tuvieron una gran incidencia en la tasa de inflación local.
Es decir, estos sectores tuvieron una caída importante en su performance internacional, pero también fueron los responsables de la disparada de los precios de los alimentos relevados por el INDEC en el mismo período, que coincide con el ingreso al Gobierno del ministro y ahora candidato a Presidente Sergio Massa.
En tal sentido, la mayor parte de los productos que perdieron negocios fuera ajustaron sus precios a nivel interno en forma drástica en estos meses, no en todos los casos por una menor producción o aumento de costos sino para compensar la caída en su comercio exterior.
El caso del complejo yerbatero, sin embargo, tuvo un salto de precios en el mercado interno aunque aumentó en el período analizado más del 30% el volumen y valor exportados, con un precio internacional por tonelada sostenido.
Por otra parte, y debido a las inclemencias climáticas desfavorables para todas las producciones, en el año cerrado en agosto último casi la totalidad de estas cadenas productivas fueron exceptuadas de pagar derechos de exportación, recibieron ayudas estatales ante la emergencia climática y los incendios de campos, aportes no reembolsables, líneas de créditos a tasas subsidiadas, desgravaciones impositivas y otros beneficios adicionales.
Tras anunciar retenciones cero al sector por parte del ministro Massa, el 7 de septiembre pasado el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el decreto 462/2023, que modifica los derechos de exportación de 371 posiciones arancelarias vinculadas a las economías regionales y sobre productos que tienen un nivel de industrialización.
Si bien durante los años anteriores las alícuotas se habían reducido en muchos productos, e incluso se fijó en cero para algunos, aún quedaban pendientes algunas modificaciones, porque varias mercaderías de origen regional con agregado de valor respecto de sus procesos de elaboración seguían pagando este tributo. Ahora, más del 90% del total de productos regionales dejarán de tributar por retenciones a la exportación.
Esta medida busca mejorar los ingresos de los productores/elaboradores y, al mismo tiempo, promover las ventas al exterior con valor agregado de vino, mosto, pescado seco, arroz procesado, aceite de maní, tabaco, subproductos forestales, cáscara, jugo y esencia de citrus, entre otros. Según el Ministerio de Economía, esta medida afecta a 1,2 millón de trabajadores de 17 provincias e implica un alivio fiscal para las empresas del sector equivalente a US$180 millones.
Fuente: Politica y Medios