Hay dos máximas a tener en cuenta en cualquier negocio relacionado con la producción y la comercialización. El primero y principal es el famoso PxQ= Ingresos, donde P es precio y Q es cantidad. Esto, que es tan simple, tiene sus bemoles. Al precio, lo pone el mercado y llega, usualmente, hasta que nivel que el consumidor está dispuesto a pagar. Y eso depende de un montón de variables, cuya descripción excede este artículo. Q o Cantidad depende de las cantidades producidas y cuando hablamos de productos que provienen del campo, la misma depende en términos macro de las condiciones ambientales para su producción. O sea que los Ingresos de un productor, de una compañía de trade o de quien fuera, dependen de factores externos a este y que no maneja en su totalidad.
La implementación de sistemas de control de calidad y mejoras determinadas, podrá modificar algo el precio y la implementación de sistemas de riego y demás prácticas de manejo podrán modificar algo el ambiente, pero no compensan una sequía llegado el caso.
La segunda máxima a tener en cuenta es que no existen precios buenos o malos. Lo que existen son MARGENES BUENOS O MALOS y estos están determinados por la propia eficiencia del productor o empresa de trade, pero también de los impuestos a los que está sometida la actividad y el tipo de cambio sobre el cual se trabaja.
En lo que se refiere a producciones de cultivos especiales agrícolas, como maní, legumbres secas y cereales y oleaginosos especiales podemos tener el siguiente resumen
• Precios: No son máximos, pero son históricamente buenos o dentro del promedio de los últimos 5 años por lo menos. El soporte de los mismos está dado en los altos precios de los cultivos oleaginosos que compiten por uso de suelo a nivel global.
• Cantidad: Desastres confirmados o yendo a un desastre a confirmar. La tercer Niña generó problemas serios en cultivos como Legumbres de Invierno y está generando problemas graves en Maní, Maíz Pisingallo y demás cultivos que debieron ser sembrados entre los meses de Octubre y Diciembre. Porotos todavía tienen una oportunidad dado su momento de siembra.
• Márgenes: Inexistentes con un dólar a $180. Los costos de absolutamente todo en términos de dólar oficial están directamente disparados. Hace inviable cualquier negocio. Para peor, las restricciones al libre acceso del mercado de cambios genera problemas serios que hacen al día a día de la operación de comercio exterior, como ser pago de comisiones a brokers en el exterior, pago de fletes internacionales, etc.
Todos temas que lo único que generan son frenos innecesarios al normal flujo comercial y aumentos de costos que conspiran contra la competitividad del sistema de economías regionales. Y lo descripto más arriba lo podemos reflejar en ejemplos sencillos que van desde la reposición de un vehículo hasta los fletes que se abonan para la operación diaria de cualquier compañía. Históricamente una pick-up costaba entre los U$S 25.000 a U$S 45.000 dependiendo de su configuración.
Si lo tomamos a valor del dólar oficial, en pesos serían unos $4.5 a $8.1 millones. Hoy en cualquier agencia de cualquier marca están exactamente al doble, o sea que para cualquier productor o empresa le significa desembolsar unos U$S 50.000 a U$S 90.000 de la moneda que efectivamente cobran cuando comercializan con el mundo. Ud. me dirá que la hagan tirar unos 100.000 km más hasta que se normalice el mercado.
Es válido, pero no recomendable dados los aumentos de costos de mantenimiento y puesta en juego de la seguridad de quien la utiliza. » Vamos a un ejemplo de uso diario, los fletes Cualquier economía regional necesita fletes de por lo menos 750 Km en promedio para llegar a un puerto de carga como Rosario a Buenos Aires donde se puede operar con contenedores en forma normal. Según la tarifa de CATAC para noviembre del 22, la misma es de $10.661 o sea unos U$S 60 dolares oficiales aproximadamente, dependiendo del tipo de cambio que se use entre noviembre o enero. El doble de lo que valía históricamente.
Ahora bien, ese valor histórico se sigue respetando si la cuenta se hace contra el valor de los diferentes dolares financieros legales en la actualidad. Así todo. Sueldos, gastos de estructura, etc. A todo esto, debemos agregar las dificultades derivadas de la brecha cambiaria y el no acceso libre a divisas para pagar servicios relacionados con la operación comercial como comisiones por comercialización a brokers del exterior, fletes internacionales, etc. Si en la actualidad un exportador ingresa SUS DOLARES después de haber realizado una operación comercial determinada, NO PUEDE usar sus dolares para pagar los mencionados servicios. Por lo tanto se generan perdidas de negocios por incumplimientos de pago, encarecimientos de los mismos etc.
Para peor, nuestros competidores como Brasil, USA y Canadá, más allá de no tener estos problemas, tienen fletes internacionales más bajos dado que no existen los cepos importadores, por lo que las navieras deben bajar el valor de sus fletes internacionales para poder mover los contenedores vacíos que quedan en sus puertos. Según la consultora Drewry, quienes tienen desarrollado un INDEX del valor de los fletes internacionales para contenedores de 40 pies, el mismo está en U$S 2047 por contenedor al 26 de enero. Pero los fletes de la costa oeste de USA – Canadá al sudeste asiático rondan los U$S 1.100. De la costa Este a Europa, U$S 1200.
Si tomamos el total de fletes realizados desde Argentina a todo el mundo, ese mismo valor se encuentra en U$S 3000 dolares por contenedor utilizado por el conjunto de las economías regionales granarias. Por otra parte, lo que se puede observar es una disminución de las cantidades vendidas con fletes declarado respecto al total de cargas, lo que implica una mayor proporción de ventas en el FOB.
Ahora, que un cliente en el exterior se tenga que hacer cargo del flete no es gratis. En esa negociación, el precio FOB cae necesariamente. Decíamos que desde Nueva York a Roterdam, el flete es de U$S 1200. En diciembre, el valor promedio para el norte de Europa desde Argentina fue de U$S 2600. En el caso del sudeste asiático, la diferencia no es tan grande, donde desde la costa oeste de USA o CANADA, el valor es de U$S 1100 mientras que desde Argentina, el último valor declarado por quienes exportaron a esos destinos fue de U$S 1645 »
Conclusiones En el sistema agrícola en general, y en lo referido a las economías regionales en particular, Argentina tiene una de las es tructuras exportadoras más importantes del mundo, entendiendo por estructura exportadora a la proporción total del volumen exportado versus el consumo interno. Por otra parte y a diferencia de los commodities, la generación de su mano de obra y agregado de valor se realiza en la misma zona de producción, lo que genera un efecto de traslado de ingresos y generación de riqueza importante.
Considerando su influencia regional, como ejemplo, el cultivo de porotos en su totalidad es el segundo en importancia para la zona del NOA detrás del cultivo de soja y por encima del cultivo de maíz y sorgo. Por su parte, cadenas como las del Maní todavía siguen tributando retenciones. Una medida de corrección del tipo de cambio a este tipo de sectores económicos se hace imprescindible de forma tal de poder palear la situación derivada de la sequía general del país, la falta de producción derivada de esta y el aumento de absolutamente todos los costos derivados de la operación comercial. La corrección del tipo de cambio a valores similares a los de los diferentes dolares financieros traería un alivio regional importante a todo el interior del país, recuperación de la competitividad exportadora y un muy bajo efecto sobre la inflación dado el reducido nivel de consumo interno de este tipo de producciones.
Cadenas como el Ajo, Limón, Uvas, Miel, Legumbres, Cereales y Oleaginosos especiales, Maní entre otros son fuente de riqueza en sus zonas de producción, que tuvieron sus últimos años de rentabilidad entre los años 2019 y 2020, para luego pasar a trabajar a modo de sostenimiento en el negocio. El costo beneficio de corregir estas distorsiones es ampliamente favorable para los beneficios para toda la cadena, inclusive para el estado, ya que sería una fuerte solución a las distorsiones que presenta la brecha cambiaria, EN TODO SENTIDO. A buen entendedor, pocas palabras…
Por: Ing. Agr. Adrián Poletti – Poletti & Asociados
Fuente: Horizonte A